Criterios y categorías
Es eficiente en el consumo de combustible: Este depende de la resistencia a la banda de rodamiento, del propio vehículo, de las condiciones de conducción y del estilo de conducción. La resistencia medida (coeficiente de resistencia a la rodadura) de la llanta se divide en clases que van desde la A (eficiencia más alta) hasta la E (eficiencia más baja).
Según la evaluación de impacto de la Comisión Europea, si un vehículo está completamente equipado con neumáticos de clase A, es posible una reducción del consumo de un 7,5 %* en comparación con los de clase E. En el caso de los vehículos comerciales la reducción puede ser incluso más alta. Como consejo, el consumo de combustible depende en gran medida de su propio estilo de conducción y se puede reducir este efecto significativamente, manejando de manera respetuosa con el medio ambiente. La presión de inflado debe revisarse con frecuencia para mejorando así la eficiencia del proceso.
La adherencia sobre suelo mojado: Se divide en clases que van desde la A (distancia de frenado más corta) hasta la E (distancia de frenado más larga). Si un coche está equipado con neumáticos de clase A, se puede reducir la distancia de frenado hasta 18 m al frenar a 80 km/h (sobre carretera con una superficie con agarre promedio) en comparación con unos neumáticos de clase E.
Evita el ruido exterior
El ruido emitido por las llantas afecta la vibración y el sonido total emite un vehículo al conducir. Dicho ruido no solo afecta a su propia comodidad, sino también a la contaminación acústica del entorno. En la etiqueta para este tipo de llantas, el ruido exterior puede ser de 3 clases: desde la A (ruido de rodadura más bajo) hasta la C (ruido de rodadura más alto), medido en decibelios (dB) y comparado con los valores límite europeos de emisión de ruido exterior en el camino.
